Desde hoy 12 de octubre se autorizó la apertura de las casas de ocasión, mejor conocidas como “mataderos”. Hoy he estado ocupado con algunas máquinas, dando lástima y demás y luego de terminar mis deberes, he colgado un tweet sobre las nuevas recomendaciones del MINSA:
Luego de esto, me llega al whatsapp un testimonio sobre qué es lo que está pasando en realidad en los Push y quedé sorprendido:
“Buenas señor Frank, me acordé que usted tiene o tenía un blog muy famoso y quiero que usted publique bajo reserva de mi nombre mi testimonio de mi ida al push este 12 de costumbre.
Yo engaño a mi mujer con la hermana de mi suegra, no pregunte más porque con usted no me voy a justificar mi gusto por las señoras de edad. La vaina es que llegamos al push y todo cambió, nos tomaron la temperatura, nos bañaron en alcohol y acto seguido fuimos al cuarto.
Lo sospechoso es que había dos empleados con los que teníamos que entrar y bueno nos pidieron que nos quitáramos la ropa y nos pusiéramos una de astronauta, como esos hazmat pero con un huequito en los genitales.
Nos colocaron a un lado de la cama cada uno para respetar la distancia de seguridad con un basurero en frente de cada uno, me echaron lubricante sobre la mano y nos pidieron que nos masturbáramos en silencio mientras corría un audio de un hombre y una mujer gimiendo.
Cuando terminamos nos pidieron que nos fuéramos mientras que dos empleadas desinfectaban el lugar y nuestros trajes hazmat los llevaban a incinerar.”
Como ven en estos culiaderos de ocasión se están siguiendo con esmero y sumo cuidado, las medidas de bioseguridad para salvaguardar la salud de todos los pillines que les gusta andar de sabrosones en la avenida.