Era una fresca tarde, me dirigía a casa luego de un día pesado. Con llave en mano abro la puerta y mi celular suena inmediatamente. Viene de un número privado, curioso como siempre voy y contesto, escucho la voz de un tipo que se nota que está muy enojado.
– ¿Usted es el que escribe esa vaina del absurdo?
– Sí señor, ese soy yo ¿En qué le puedo servir?
– Mire, quería decirle que no estoy de acuerdo con la publicidad que usted le da a esa tienda. Nada de lo que vende ese señor sirve. Es más tengo personas que están dispuestas a hablar con usted.
– Ok perfecto, dígame donde y cuando y conversamos. Lo agendaré de inmediato.
Tres días después me encuentro con el señor. Era un tipo flaco y alto, poco agraciado en sus facciones con unos lentes “culo e´botella” y un bigote de esos que no te dejan tomar sopa. Lo saludo y empieza una curiosa conversación. Me cuenta que él fue a la tiendita en un momento de desesperación, no conseguía pareja y le dijeron que allí encontraría la solución a sus problemas.
– Entré a la tienda, hable con el señor ese y me dijo: «este es el perfume más rico del mundo, úselo y va a ver resultados de inmediato. Usted no le será indiferente a ninguna mujer…»
-Supongo que el señor le dio instrucciones.
-No que va, me dijo que leyera el manual y yo pensé ¿Quién necesita un manual para ponerse un perfume? A la noche siguiente voy a la discoteca hecho tu sabes, un guapote. Entro al local, hace calor y comencé a sudar, pa´que fue eso. Todas las mujeres me señalaban y se burlaban porque estaba hediondo a morrina, esa porquería no sirve.
-Pero a ustedes se le indicó que leyera el manual, nada le hubiese costado. Además todas las mujeres lo notaron. -digo yo tratando de aguantarme la risa.
Orlando fue otro tipo al que entreviste, gordo y bajito con un afro del tamaño del mundo:
-El tipo de ese lugar me dijo que cualquier mujer, cualquier mujer caería rendida a mis pies.
-¿Le funcionó?
-Claro, si cuando la fui a buscar la mujer se desmayó…
Decidí luego de estos dos testimonios ir a donde mi amigo el señor y como siempre, las campanas de viento y el olor a brujería. El tipo sonriente, primera vez que lo veo pelar los dientes, me pregunta como me ha ido con los testimonios. Le contesto que bien y voy directo a la yugular: ¿Cual es el asunto con el tal perfume más rico del mundo?
-Mira es importante que sepas que lo que yo vendo aquí es efectivo pero si la gente no hace caso, claro, todo va a salir mal.
-Pero este perfume no sirve para levantar, eso hiede…
-Claro es que ese perfume no se «pone» ese perfume se bebe.
-¿Perdón?
-De eso se toma un traguito y sudas un dulce perfume. Pruébalo muchacho dale un sorbito.
Le doy un trago y ¡Sorpresa! tiene un sabor exquisito, en ese momento el tipo me pregunta «¿Es o no es el perfume más rico del mundo?». Yo no pude decirle que no…
Una respuesta a “La tiendita del absurdo: el perfume más rico del mundo”
què awebazòn… jajajajajajajajajjajaajjajajaj y supongo que luego olìas bonito y tocas caìan. Èxito ! Muy bueno, me he reìdoooo …